Integrismo católico y el rodaje de El Código Da Vinci

El mundo está lleno de radicalismo. Los medios de comunicación occidentales nos bombardean diciendo que cuidado con el integrismo islámico. Pero nunca dicen nada en contra del integrismo católico, que ha existido a lo largo de los siglos, y aún existe hoy día, y de vez en cuando se manifiesta.
La última manifestación de ese tipo de catolicismo intransigente la hemos vivido con el rodaje de la película El Código Da Vinci. Ron Howard, director del proyecto, y todo su equipo, han encontrado ciertas dificultades y protestas de fervientes cristianos que han demostrado su intolerancia. Primero la iglesia católica ha ejercido presión para que se le denegara el permiso de rodaje al equipo, acto por suerte infructuoso. Y segundo, haciendo ridículos actos y protestas para entorpecer el rodaje de esta historia que cuenta cosas que a la iglesia no le parece bien que se cuenten.
¿Si los laicos dejamos que los católicos hagan sus películas tranquilamente por qué ese hecho no es recíproco con los no-religiosos?
El Código Da Vinci, estoy seguro de que será una gran película, adaptación de la estupenda obra literaria de Dan Brown de la que toma nombre. Contará con la presencia del gran actor Tom Hanks, y de escenarios tan lujosos como el Museo del Louvre de París.
Que cuenten conmigo para las salas de cine.